Evita la maldición del bizcocho que terminó siendo mazapán y triunfa en el mundo online
Hola, emprendedora:
¿Tienes la sensación de que no estás obteniendo los resultados esperados en tu negocio?
Y si es así, ¿esto te provoca una sensación de «agobio» 😧?
No te preocupes, es muy normal sentirse así.
Llevas un tiempo emprendiendo y has invertido muchas horas y mucho esfuerzo para sacar adelante tu negocio.
Y ver que no estás dónde te gustaría estar, puede provocarte sensaciones contradictorias.
Pero quiero contarte algo: existe una solución para dejar de sentirte así.
Y no solo eso, esta solución te permitirá poner foco en lo «importante», para poder, así, dedicarte a lo que de verdad te apasiona 🤩.
Estás deseando que te la cuente ya, ¿verdad?
Vale, vale, si sigues leyendo este artículo, te la desvelo.
Pero antes quiero contarte una historia.
Ya sabes que me gusta que entiendas todo gracias al «poder de las historias».
¿Me acompañas durante este ratito?
Quien la sigue, la consigue
Te voy a contar la historia de la maldición del bizcocho que terminó siendo mazapán.
Y dice así…
En casa cocina Raimond. Y no solo cocina para subsistir, no.
Lo hace de maravilla. Le gusta tanto cocinar que hasta realizó un curso profesional de cocina 👨🍳 en Sevilla hará unos 8 años.
El caso es que no hay plato que se le resista.
Bueno, ahora ya no se le resiste. Pero hasta hace bien poco, una maldición se cernía en torno a sus bizcochos 🎂.
No sé si a ti te gustara cocinar, pero resulta que la repostería es bastante difícil.
Tienes que seguir al pie de la letra las recetas, sin saltarte ningún paso.
Y, aun así, puede que no te salga como se supondría.
El caso es que a Raimond sus bizcochos se le resistían. Y eso le cabreaba.
No obtener el resultado esperado, le hacía sentirse mal. No era el cocinero que él pensaba que era.
Cuando abría el horno el bizcocho parecía perfecto. Pero pasados unos minutos, de repente, ¡pluf! El bizcocho se deshinchaba y se convertía en un pedazo de mazapán.
A mí, que no sé ni freír ni un huevo 🍳, me parecían estupendos. Pero para él era un auténtico fracaso.
«El secreto está en la masa»
Hasta que, tras muchos intentos, dio con la tecla: faltaba el toque exacto de bicarbonato para que sus «mazapanes» se convirtieran en «bizcochos».
Y, si antes a mí me parecían buenos, ahora están de «rechupete».
Ahora es cuando me preguntas: «Marta, ¿qué tiene que ver esta historia con la solución?» 🤔.
¡Pues tiene que ver!
Raimond se pudo permitir el lujo de «intentarlo muchas veces» hasta dar con la solución perfecta a sus problemas.
Pero tú no. No estamos hablando de repostería, sino de tu negocio.
Cuando emprendes es normal ser como «Juan Palomo», es decir, eres la jefa, la de contabilidad, la de RR.HH. y también la informática de tu empresa.
Pero prolongar esta actitud hacia tu negocio durante mucho tiempo, solo te traerá quebraderos de cabeza 🤯.
O, peor aún, no te dejará avanzar.
Si al final eres la jefa, la de RR.HH., la de contabilidad y hasta la informática de tu empresa… ¿Cuándo descansas?
Llega un momento en el que estás tan saturada de trabajo, que lo único que haces es ir «apagando fuegos» 🧯 🔥. No tienes tiempo para nada más.
¿Te sientes identificada?
Sigue leyendo 👀, que a continuación te cuento la solución.
Es momento de empezar a delegar
La solución para que dejes de sentir que «tus esfuerzos no se están viendo recompensados» y para que tu negocio despegue, es rodearte de profesionales que te ayuden a ello.
Sí, así de fácil.
Puede que pienses que lo puedes conseguir sola. Y posiblemente sea verdad, pero te doy un consejo gratis: tardarás mucho más en alcanzar los objetivos que te hayas marcado.
¿Por qué?
Porque tú eres muy buena en tu campo, pero no puedes saber hacer de todo y, a su vez, hacerlo bien.
Aparte, durante este proceso, vas a perder un bien muy preciado: tu tiempo ⌛.
Aunque emprender sola es de valientes, cuando lo haces acompañada es de ganadoras🥇.
Pedir ayuda, dejarte asesorar y delegar son acciones necesarias para que tu proyecto obtenga los resultados esperados y se impulse «hasta el infinito y más allá».
Y, si no te he convencido aún, te voy a argumentar por qué delegar es la mejor solución, explicándote 3 (de sus muchos) beneficios.
Sigue leyendo, please 😊
3 beneficios de empezar a delegar
- Obtén más tiempo para ti
Si empiezas a delegar tareas, podrás encontrar más tiempo para ti. O acaso ¿has emprendido para no tener vida propia?
Encontrar ratitos para el auto-cuidado te ayudarán estar mucho mejor.
Y de este modo, podrás rendir más en tu trabajo.
- Pon foco a lo realmente importante
Nadie dice que no puedas aprender a realizar nuevas tareas. Pero ¿te gustan?
Tú eres buena en lo tuyo, y es allí donde realmente puedes aportar valor.
Deja que otros profesionales te ayuden con sus conocimientos y, así, tú podrás dedicarte a lo que realmente te apasiona.
- Ya no te sentirás sola, nunca más
No sé a ti, pero a mí sentirme sola me pone triste.
Y en la aventura de emprender, puedes sentirte muy sola, ¿verdad?
¿No sería bonito rodearte de personas que te apoyen y te acompañen en esta parte tan importante de tu vida?
¿Qué te parecen mis argumentos? ¿Te he convencido?
Nadie dijo que iba a ser fácil, pero no es imposible
Delegar es algo que se aprende con el tiempo.
Si eres una emprendedora perfeccionista, y a la que le gusta controlar todo lo relacionado con tu negocio, será una tarea difícil.
Lo sé muy bien, ya que yo soy así.
Pero no sabes lo liberador que es poder delegar a profesionales de tu confianza esas tareas que a ti:
- ni se te dan bien,
- ni te apasionan,
- ni te aportan nada a nivel de crecimiento profesional.
Y ya para terminar, tengo algo que proponerte:
quiero ofrecerte mi mano para escucharte, asesorarte y acompañarte en esta aventura.
Igual que otras personas lo han hecho conmigo.
¿Te gustaría?
Te dejo aquí 👇 un enlace para que podamos reunirnos, sin compromiso alguno y, obviamente, sin coste.
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Me encanta poner cara a las emprendedoras que me leen y estoy deseando conocerte.
Estoy al otro lado de la pantalla.
Te deseo un feliz día,
Hasta la próxima luna llena 🌕.
Marta, «la copy» de El poder de las palabras
P.D.: Si te ha gustado este artículo, me encantará leer 👀 tus comentarios 👇.
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, ¿verdad?